31 de octubre de 2021

Día Lunes

 

Monday?

Para Santi, Miguel y Andrés

Capítulo 1

Un lunes por la mañana desperté después de un grandísimo sueño reparador y con bastantes esperanzas sobre la vida el porvenir y la gente amable que conozco: lleno de una felicidad indescriptible, afortunado por poder desayunar en cualquier cafetería de la calle principal, provisto de todos los placeres humanos, con la fe en Dios restaurada, la dicha de no estar solo en el universo, el cariño de unos padres envidiables, buena familia y amigos leales. Pero rápidamente y por desgracia también me encontraba terriblemente deprimido así que, pese ser las nueve de la mañana decidí seguir durmiendo hasta que la depresión se disipara un poco, las ganas de morir fueran lo suficientemente sólidas cómo para ahorcarme o simplemente estuviera meándome encima como un animal. Y tuviera que decidir si mearme encima y cortarme las venas de paso, porque hay que aprovechar cuándo un ser humano se mea para hacer el combo completo, o tener un poco de amor propio e ir al baño principal de la casa a mear como un Dios Griego. Es decir, sentado y meditando sobre el sentido último de la vida.

Capítulo 2

Cuándo desperté a las doce y media intenté darme ánimos sin mucho éxito así que por hacer un buen uso de la lógica formal de bachillerato y el buen vivir me arrastré hasta la cocina lleno de chupetones en el pecho y un terrible dolor de estómago, pálido como D me miré en el espejo y me di cuenta de lo mucho que echaba de menos a esa muchacha. Sin embargo, pese a haber tenido la discusión psicológica más absurda y terrorífica de mi vida no me encontraba con ánimos de imaginarla ni tampoco de pensar en ella así que me hice un café y dos huevos revueltos para desayunar. Es decir, la olvidé por completo.

Capítulo 3

Probé dos bocados y lo vomité todo. Pensar en D me hacía sentir incluso peor así que intenté pensar en su antítesis, la mujer que realmente destacaba de su familia. Su madre. Pero no. Tampoco me importaba mucho su madre así que no tuve más remedio que pensar en L.

Capítulo 4

El asunto de pensar en L me animaba bastante, parecía que cada vez que pensaba en ella algo en mí cobraba sentido, como una conversación pendiente o simplemente perder el tiempo... a fin de cuentas, tenía un problema bastante serio y era que yo necesitaba tener alguna relación superficial con esa familia. Me di cuenta que estaba muy enfermo cuándo me encontré a mí mismo razonando lógicamente mediante premisas reales categóricas e inapelables que en caso de que L no me quisiera en su vida siempre iban a haber alternativas para estar cerca de D. Pensé en la tienda de su madre, en ir a visitarla, pero, honestamente esa idea también me daba náuseas. Para eso mejor que vaya el asqueroso de M, él sí que podía hacer una labor envidiable, a ese hombre le encantaría mancharse las manos por amor.

Capítulo 5

Pensé en buscar trabajo en la construcción para que así, de alguna forma misteriosa y casual entablar amistad con su hermano mayor, con suerte podía convencerle de que yo era una auténtica amenaza para su familia y también con algo de suerte podría romperme la boca y la nariz a la vez: terminar de una vez por todas desfigurado. Algo que, curiosamente, todavía no me ha pasado. ¿Alguien me explica porque nadie me ha roto la nariz ni la boca todavía? ¿Tanta buena suerte tengo que siempre logro esquivar a la gente agresiva? Luego podría ir al ambulatorio de Doctoral llorando diciéndole al médico de guardia que una chica muy hermosa y blanca me había agredido en la calle, no sé, algo para matar el aburrimiento. Pero tampoco me convencía el plan. Y pensar ya en su hermano de veinte años me parecía ridículo porque sinceramente eso sería caer bajo. ¿Qué culpa tendría un angelito como él de toda la mierda que su hermana hizo conmigo? Quizá podría hacerme amigo de I y entablar una saludable amistad masculina dónde dar largos paseos de madrugada hablando del sentido de la vida tuvieran todo el protagonismo, y con algo de mala suerte podría ir a algún asadero familiar. Pero tampoco me parecía un buen plan así que fui directo a la cama a seguir convaleciente y realmente hecho mierda porque la única persona con la que podía ser real sin tener que esconder nada de mi condición de psicópata era con D.

Capítulo 6

Aunque eso sí, cuándo la invité a casa y le mostré mi ordenador lleno de información sobre medio Vecindario quedó tan asqueada que me dijo que eso era de enfermo mental y que debía borrarlo todo. Prácticamente ordenándomelo como si fuera su jodida novia puta, ¿pero de qué coño vas infeliz? Como si fuera de pervertido coleccionar información..., cuándo en realidad era la mayor joya de información clandestina que se podía encontrar en toda la región. Ese día recuerdo que fue de las pocas veces en las que me di cuenta de que realmente estaba mal de la cabeza. Le lloriqueé un poco sobre el asunto, casi suplicándole que no me juzgara por ser así, pero ella estaba escandalizada así que para calmarla le dije de hacernos un porro. Y claramente aceptó.

Capítulo 7

El día había amanecido hermoso pero yo estaba demasiado deprimido cómo para hacer nada, ya cuándo me vi de nuevo entre las sábanas, desnudo y todavía adolorido recordé que lo único que me hizo poder quedarme dormido fue pensar en una chica que estaba conociendo. Y como un miserable infeliz abracé la almohada mientras me decía a mí mismo, casi con tono infantil que estaba abrazando a J. Lo admito, fue de las cosas más patéticas que he hecho nunca. Abrazar una almohada mientras me refugiaba en la idea inventada de que no estaba durmiendo solo. Pensé en el último polvo que había echado, en la boca de aquella mujer susurrándome jadeante que “la goma le molestaba”, que quería que la follara sin condón y muy rápido, pero que no me corriera dentro porque… por favor… no quería tener otro hijo más. Y yo calmándole como un subnormal, que no que no mi vida, que de verdad yo tampoco quiero eso, que de verdad nena no te quiero hacer otro hijo para ya de follar, me das asco, eres una sucia más, aléjate de mi camino, duerme de una puta vez y lárgate de mi casa. Eres lo peor, te aborrezco, a cuento de qué vienes a pedirme dormir en mi casa, por qué coño te crees especial, no toques mis cajones, no toques mi ordenador, duerme en la cama y yo en el sofá, no quiero dormir contigo, no quiero respirar el mismo oxígeno que tú, aléjate… que no, que no, que no voy a dormir contigo. No me toques. No me pidas mi número de teléfono. No vengas a mi casa a tocarme el timbre. No me pidas amistad, ni fidelidad porque no me importas, porque no significas nada, porque eres una persona humana con la que no comparto ningún vinculo real, porque para mí eres inferior, lo siento... Terminar de follar y decirle que si quería más y ella decirme que no, que estaba satisfecha que por qué no me corría y yo mintiéndole a la cara, que no era porque no me pareciera una mujer muy atractiva ni porque sus ojos fueran hermosos y pardos sino que, cuándo estoy follando y aparece en mi mente el rostro de D me dan ganas de matarme. Que si la agobio con todo lo que le cuento, que si soy una mala compañía que si estoy enfermo por coleccionar la Información de la gente y un largo y lamentable etcétera de soplapollas. Entonces D, me jodiste el polvo, jodida infeliz.

Capítulo 8

A las cinco y media de la tarde llamé a L para saber cómo le estaba yendo allá en la nueva ciudad. Me contó que estaba entusiasmado y yo le tomé un poco el pelo con bromas cariñosas. También aproveché para llamar a mi madre y decirle lo mucho que la quería y mentirle un poco porque honestamente si un buen hijo no puede mentirle saludablemente a su madre no es un buen hijo, sino un maldito egoísta que no sabe lo que una verdadera madre necesita. ¿Qué necesita una madre, jodido retrasado mental? Amor y Mentiras. Nada más y nada menos que amor y mentiras, porque una madre no va a querer saber que su hijo, fulanito de tal se droga, folla con madres, odia a toda la sociedad por completo desde camellos a policías, desde gente buena a gente mala, desde lugareños hasta extranjeros, etcétera y etcétera. Tampoco va a querer saber que su hijo es una persona a la que la gente tiene cierto recelo porque es simplemente a veces demasiado venenoso con lo que dice. Porque no es que sea malicioso, es que me he vuelto un puto perro cínico frío y calculador, casi que un puto engendro humano, alguien que no es que no sea de confiar sino que realmente es alguien en el que ni su madre, ni su padre; y ni siquiera su hermana… confían. Sólo Dios confía en mí, por eso siempre que puedo le rezo algún padre nuestro, no por compromiso, sino por lo que fuimos algún día. No por amor, ni por miedo; sino como aquel que se lava los dientes sólo para que no se le pudran de sarro y comida podrida.

Capítulo 9

Lo último que le dije a mi padre fue que quería que me pagara por mi silencio, que por cada hora que pasara en su casa sin decirle nada, para no alterar su maldita y cínica paz mental de santurrón mente cerrada, me diera 10 céntimos. Así a lo largo del día, calculando que son cinco horas por día, más el añadido de tres horas y el plus por parentesco, un euro al día le costaba soportar el polvo malnaciente que le echó a mi madre. Espero que al menos lo hubieras gemido cabronazo. En fin, cosas de gente realmente perjudicada.

Capítulo 10

Pero yo seguía en la puta cama intentando hacer algo con mi cabeza porque sino, muy probablemente iba a intentar colgarme de nuevo del hierro para hacer flexiones que tengo en la puerta. Sinceramente no sé por qué mi padre instaló eso allí hace más de 10 años, parece que de verdad quisiera que me colgara, lo único que me falta pedirle es una buena soga y una silla bonita dónde poner una foto de Daphne y junto a su imagen pixelada dar la patada final y de una vez por todas dormir en paz. Las pesadillas no me dejan tranquilo, los psiquiatras me comen los huevos y cada vez que hablo con ellos me doy cuenta de lo hijo de puta que soy, pero ellos no se quedan atrás siempre se las ingenian para querer colarme por encima de la cuchara alguna pastilla experimental. ¿Por qué no me dais anfetaminas, marihuana terapéutica y rivotrils y me dejáis todos en paz?, el amor de mi vida me odia, mis ex-novias no quieren ser amigas mías, mis amigas me miran extrañadas casi con deseo sólo por importarme un bledo que tengan coño o que estén demasiado ricas, me ven como una criatura rara, y es verdad, lo soy pero al menos no os meto mano disimuladamente y no es porque no estéis ricas, sino porque, por un lado me dais asco y por otro lado me la sudáis tanto que ni siquiera tengo el ánimo o el impulso de echaros un buen polvo, además, es cierto es que dicen que los buenos polvos son caros, primero invitadme a cenar algo decente si queréis que os coma el coño, no me lo restreguéis por la cara como si fuera vino fresco porque en realidad es coca cola de marca blanca. No sois la última coca cola del desierto, ni tampoco sois cocaína, lo que sois es simplemente género humano, ganado, patético y miserable género femenino que desea y quiere ser escuchada por un hombre de verdad, pero por suerte para eso tenéis a vuestros putísimos novios, a vuestros amantes, a vuestros amigos retrasados y a vuestros chulos que os dan droga y os compran golosinas mientras cuidan a un hijo algo imbécil que no sabe comunicarse con los demás niños de su edad. Ojo, no lo digo con maldad sino con bastante sinceridad. ¿Que por qué soy tan extraño? Porque os veo la cara de hipócritas, hijos de puta. No porque sea un mal tipo, sino porque me conozco todas esas máscaras de sobra. Y a mí, que voy sin máscara últimamente no me podéis decir la verdad a la cara porque sólo escupís incoherencias que para mí no tienen ningún sentido. Luego os quejáis de que os aburrís, pues id a refugiaros en vuestros novios y dejad de tocarme tanto la polla que yo estoy bien sin tener que ensuciarme las manos. No sé, llamadme maricón si queréis, pero qué queréis que os diga el otro día un amigo muy cercano me dijo que no sabía qué era más noble si engatusar a media ciudad como el anormal de V, olisqueando óvulos como un depredador o irse de putas como más de la mitad de la población mundial. Me dio mucha pena y le dije que siempre es mejor ser gato que maricón, porque para pagar por follar hay que ser muy mierdas en la vida. Se enfadó un poco conmigo porque, el dilema aunque estaba bastante claro para mí, era demasiado doloroso admitirlo para él. Luego intenté darle razones, pero seguía confundido. Me hice un café y le intenté llamar por teléfono pero estaba demasiado ocupado con su novia, su perro o la nueva amiga de turno. No es mal tipo, pero tampoco es un tipo con el que pudiera explicarle toda mi filosofía de vida respecto a las mujeres, los machos alfas, los chulos, las putas, los extorsionadores, los simples ladrones baratos de Vecindario o los locos de verdad.

Capítulo 11

Cogí el libro sobre política estadounidense que me había comprado en Worten e intenté leerme un capítulo sobre la marcha y el poder de Trump, pero ni siquiera tenía ánimos de leer un buen libro de comedia. No tenía nada en el estómago y seguía perjudicado de los porros, alcohol y pastis que me había metido la noche anterior. Lo único que podía salvarme era un buen polvo o una paja sin escrúpulos con la cosa más sucia que pudiera encontrar en Internet, osea algún vídeo dónde saliera mi deliciosa madre latina, pero ni para eso tenía energías. Así que apagué el ordenador y me bebí medio litro de agua seguido para que el estómago dejara de darme tanto por culo, me lié un cigarrillo y casi vomitando hiel terminé de entrar en razón. La resaca me duró bastantes horas, casi que todo el día lunes. Un desastre por completo porque tenía pensando hacer algo productivo, escribir alguna carta, enamorar a alguna chiquilla, dar un largo paseo, visitar las ciudades próximas, fumarme media caja de tabaco en San Rafael o ver a mis amigas M y S. Que, pensándolo bien, soy yo más amigo de ellas, que ellas de mí: un auténtico absurdo, supongo que la cosa cambiará cuándo les invite a porros, cerveza y las lleve en coche, pero es que ni siquiera eso me hace ilusión. Ya que, objetivamente, nunca he sido un pagafantas, ni tampoco lo seré nunca. Por eso me río tanto solo por la calle, porque mientras todo el mundo está intentando encontrar su avatar fidedigno a su realidad inmediata yo he encontrado el mejor avatar de todos y nadie me lo va a poder quitar nunca. Y digo más, nunca os lo diré en la puta vida.

Capítulo 12

Me asusté cuándo salí a comprar tabaco y me fallaron las piernas, cualquiera que me hubiera visto hubiese pensado que me habían violado la noche anterior, en la ciudad de Doctoral, cerca del asadero criollo dónde vive un tipo que cada vez que me ve se babea y moja encima al verme el hermoso culito inca que tengo. Estoy harto de esas miradas lujuriosas y patéticas. Como si fuera a dejar que me metiera mano algún puto chulo arrogante o algún sucio depravado sexual malfollado, ¿pero en qué puto mundo vivimos? Puto mundo, ¿no os dais cuenta que mientras vosotros sois mariposas hermosas llenas de vida, o en su defecto, hermosas Larvas retorciéndose en vuestras propias tumbas yo soy una maldita cucaracha que ni siquiera el puto anormal retrasado mental hijo de las mil putas enfermo chupapollas nacionale de R el paranoias podría pisar libremente?

Capítulo 13

Llega mi padre del trabajo, sigo en la habitación escribiendo alguna tontería, leyendo muy de vez en cuándo el Ig mientras planeo mi próxima jugada social. Al final uno se cansa de tener que hacer tantos malabares para encajar en una sociedad tan gris e inservible que sólo puede uno pensar que tienes que hacerte el tonto y ceder ante la presión de la gente, hasta el punto en el que nada te parezca real y todo te parezca un dolor de cabeza. Con engaños me meto en la ducha. Abro el grifo y lleno la tina mientras reflexiono sobre el sentido último de la vida y me doy cuenta que lo único que tiene un valor similar al del nacimiento de un hijo o el amor de una madre es follar. Y no hablo de folleteos existenciales y burdos, sino de follar mirando muy de cerca y casi con lupa los ojos de las mujeres que desean algo de ti. Hablo de follarte por completo almas, no a sus cuerpos que en sí son sólo herramientas que usan los seres humanos para expandir sus horizontes mentales y demás parafernalia aburrida y dogmática. Me digo a mí mismo: Sergio, si realmente quieres sacarle provecho a la vida, hacer las matemáticas correctas deberías estar cachondo como un perro y follar con cualquier cosa que se mueva por la ciudad, cualquier cosa que sea mínimamente aceptable, es decir, alguna chica que de verdad quiera follar porque para perder el tiempo con madres que tienen hijos o niñatas que sólo quieren demostrar que ya son adultas y follan, podrías estar follándote a la jodida Krsty G, un auténtico pibón, o saliendo de discotecas y engatusando guiris hermosas. Al fin y al cabo tengo sangre latina y esa mierda apesta a leguas. Sin embargo, yo no soy así. Aunque el retrasado mental de E se encargue de llamarme maricón todas las veces que me ve, o que su séquito de arrogantes amigos le den cuerda y le rían las gracias a mí me importa un auténtico carajo porque sé qué tiene un valor auténtico y qué no. Cuándo una mentira es verdad y cuándo una Verdad es una Mentira intoxicada, por eso, en realidad, me siento muy seguro en el mundo en sociedad porque sé leer su auténtico significado. Lo último que me parece realmente enternecedor fresco y hasta un punto realmente embriagante es leer y ver fotos de chicas rusas en Ig. Pese a tener un buen diccionario de ruso en casa, me encanta no entender nada, ni poder leer entre líneas, ni tener la necesidad de hablarles, sólo degustar todo su arte, su belleza casi divina, y disfrutar de algún ocasional y liviano sexo psicológico:

Capítulo 14

Yeah, ur nice but sometimes I dont have any chance to say anything. Y, I know, I m weird.

Y, I love u 2, but I´m a fucking psycho. Y, y, y, I feel the same. Y, I feel it. Y, idk, life sucks. Y, I love cooking too, but I hate eat. Y, ur amazing for me cuz ur just an abstraction to me, it means, I dont like u, but I love u. Cuz ur really strange and exotic for me, and I never fly out to see you in ur lands. Y. Im not sad, I m just an anormal boy. Thats nice, I love anime too. No, no, I m not a smoker, i m smoke and death. I love u 2 babe, but ur not my kind of woman. Sorry for that, ur just shit for me. I know, Or. Ur a fucking flower borning in middle of the crap and the fucks of ur parents, but, u know? Thats not my problem. Y, I really missing you but not today cuz today I will shoot my head with a friends gun. Cya later my love, really loving u enjoying this time fucking around our minds. Dont ask for me if I not writte u anymore cuz I was in a psycho house, or dying in a nazi house, idk, I m just a trashcunt crying and crying during sex. I hate my life, my dad, my mom, my sister… I hate all things in my life. Well, I like smoke and sometimes fucks, but now I m just wanna to sleep until no morning comes. Bye bye, and fuck u anyway,



Note: listen this song, its for u my darling: Archive-Fuck u



Vorj

Epílogo

En realidad nada tiene tanta importancia cómo pudiera parecerlo, por eso cuando me duché a consciencia mientras jugaba con la pistola de gas resolví como una gran idea salir a dar un paseo. Me vestí de blanco e incógnito y salí a mirar a todas esas bestias humanas que habitan la ciudad. Como quién sale al zoológico, ¿sabéis? Cómo aquel que dice, un día lunes me voy a ir de zoológicos.

Nota:

Me dais asco, pero la verdad es que sin vosotros me aburriría mucho. Por eso cada vez que paso cerca de vosotros y hago una mueca no sabéis qué estoy pensando, ni tampoco lo vais a saber nunca, y eso me hace tan feliz que sólo puedo reírme en vuestras caras, jodidos humanos de tres al cuarto. Porque mientras vosotros pensáis que soy raro yo estoy calculando cuál sería vuestra muerte ideal, dónde hay un coche que os pudiera atropellar o simplemente excitarme con la idea de que muy probablemente aquel muchacho al que le hacéis mamadas os esté engañando con alguna pechugona de Ig. Por eso, mientras escribo estás líneas me muerdo los labios de auténtica satisfacción. Porque yo no fui mamá, yo no fui quién vendió su alma al demonio sólo por poder echar un polvo, y mientras voy ganando fuerza espíritu adrenalina y testosterona siempre tendré una carta blanca para poder irme de esta sociedad sin pagar ningún precio. Como si es suicidándome, follándome a la novia de algún colega o simplemente ingresándome voluntariamente en el psiquiátrico. Aquel lugar mágico dónde todo es más liviano y nadie te molesta, porque, vamos a ser francos, vosotros sois unos pringados y yo soy un puto Dios emergente que poco a poco os irá comiendo la cabeza hasta tal punto que me tendréis pánico de sólo verme, porque si yo os contara qué se pasea por mi mente probablemente querríais matarme en ese mismo y puto momento. Yo no soy un monstruo sólo soy alguien demasiado perfecto, arrogante, narcisista, cínico y cruel que mientras se fuma vuestra droga, y sonríe amablemente… tiene una lista negra de gente a la que voy a matar antes de pegarme el tiro final. Porque yo sé reconocer quién me ha ofendido lo suficiente cómo para pagar con su vida por ello. Así que yo os digo, mientras estoy en la ducha intentado bautizarme por novena o décima vez que al próximo sujeto que se ponga delante mío e intente aprovecharse de un pobre muchachito como yo… ¡já já já!, vais a ver vuestra alma ardiendo en el más profundo infierno terrenal, porque no os confundáis, yo no soy malo, yo soy pura maldad. Y disfruto con vuestras pequeñas tragedias familiares, con vuestras tristezas, y con vuestras miradas patéticas y asustadas sobre la vida. Porque, queridas camaradas mías, vosotros tenéis una sola partida en este mundo y yo ya tengo un plan B para cuándo me canse de soportaros. Y me atrevería a decir que tengo incluso un plan C, y un plan D. No podéis derribarme con injurias y mentiras, el único rey psicópata de Vecindario soy yo, y vosotros me debéis lealtad o por lo menos el derecho de follarme a vuestras novias. Mientras que vosotros tenéis algo que perder yo no tengo nada qué perder, no tengo ni siquiera pudor ni tristeza al admitir que moriré preso o moriré en un psiquiátrico. No me abruma tanta gloria, deberíais estar contentos de que esta bestia humana sea tan razonable. No me miréis mucho a los ojos cuándo me veáis por la calle porque si logro pescar en qué estáis pensando os voy a seguir hasta vuestra puta casa, y aunque tengáis dos perros enormes y negros, un guardia civil en la familia, o vuestra mafia sea demasiado poderosa yo tendré siempre la carta líder, que es la carta de la muerte. Y no dudaré en usarla porque, obviamente, el fin último de las cosas es morir por orgullo. Y obviamente, moriré pronto… antes de que me muera del asco. Me queda menos de un año para tener 27, y si no he logrado nada antes probablemente empiece a jugar ya no con la mente de los pobres infelices que me cruce por el camino, sino también con sus cuerpos. Dejadme en paz, follaos a vuestras putas y dejad de silbarme por la puta calle porque lo detesto. Dejadme en paz o saldré una noche de estas con media policía detrás, dispuesto a matar alguien. Porque el que avisa no es traidor y el que llora no mama pollas negras. Te voy a matar hijo de puta, cuándo menos te lo esperes. Y ni siquiera me va a hacer falta tocarte, te voy a matar psicológicamente. Y nunca más vas a poder a gesticular ninguna sonrisa de gratitud, felicidad o agradecimiento. Así que, querido nene, aléjate antes de que sea demasiado tarde. Porque mientras tú tienes un arsenal en tu casa, y media ciudad de tu lado, yo tengo un nombre, una dirección y un código postal en el que depositar mi cadáver, el mío propio, y no el tuyo. Cuidado con jugar con putos psicópatas porque esa gente como yo, no quema ni mata, sino que destroza todo lo que amas hasta el punto en el que lo único que te alivia es pensar en morir. El suicidio, lejos de lo que piensa la gente, es como un resfriado, se contagia cuándo uno menos se lo espera. Y si no mueres por un resfriado, probablemente puedas morir de Co-vid. Mírame a los ojos cuándo te hablo jodido infeliz, yo Vorj, soy el que te va a joder la vida para siempre. Así que más te vale aprovechar ahora para hacer todas las bromas que quieras, todos los toqueteos que quieras, todas las humillaciones y todas las gracias que tengas en mente, sáciate ahora porque el precio será muy caro y mientras esté en mi momento rojo y supremo desearás haberme conocido de vista y no de cerca. Por eso mismo, y porque me entretienes, te quiero mucho y que Dios te bendiga, patético hombrecillo graciosillo y arrogante y gordo. gg





Jaque mate Ateos





































Ł

V

Z





29 de octubre de 2021

Carta de suicidio

Antes de irme quiero dejar constancia de una única cosa inapelable: el amor hacia mi padre fue lo único que me mantuvo con vida los últimos tres años de mi vida. Después de eso entendí que mi presencia no era importante en su vida y que podría soportar la pérdida de un hijo. Entendido esto sólo queda homenajearle de la mejor manera que supe durante toda mi vida y es otorgándole todo mi amor y mis mejores deseos para su día a día, el cuidado y cariño hacia mi hermana Alice y su dedicación y pasión sublime hacia la música y en sí mismo, hacia la vida misma. Te deseo lo mejor papá, y espero que me recuerdes como el adolescente que siempre fui: un muchacho lleno de vida y hermosura que lloraba por las noches porque la gente era demasiado cruel con todos y no porque en los últimos días de mi vida en Vecindario me volviera un monstruo destructivo, cínico, cruel y arrogante. Te quiero mucho papá, y siempre te acompañaré. Allá dónde esté, que probablemente sea la habitación final de la casa, frente al tanatorio municipal de Santa Lucía. Por favor, quema mis restos, que nadie vaya a mi funeral y si puedes dile a mamá que, aunque no tuve palabras especiales para ella, siempre la tuve en cuenta. Mis mejores deseos para ella con su novio alemán. Mis más sincera disculpa hacia mi hermana, confío que con el paso de los años y mi auténtica desaparición de este mundo pueda hallar en su grandeza perdón para las ocasiones en las que le hice daño. Quiero que lo último que recuerdes de mí sea el gesto de regalarte una coca cola y una compota de mermelada de fresa y en mi lápida escribas: Mejor padre, mal hijo, buen ciudadano.

Cuándo me descubrí a mí mismo comprando una cuerda sólida supe que estaba jodido. Ya nada era salvable, con el dinero que me mandó mi madre por mi cumpleaños compré una cuerda, tres botellas de vino y una caja de cigarrillos rústica. No tendría tiempo de despedirme de nadie, ni de Daphne, ni de mis conocidos de El Canario. Y como me voy a ir pronto entiendo que podré dar un largo paseo de madrugada antes de ir a la barra de hacer dominadas a colgar la soga y estrangularme hasta morir. Este escenario no me gusta para nada para mi final, pero es lo más cercano de casa que tendré nunca, y la idea de ir a morir a Pozo Izquierdo es demasiado distante de lo que considero mi hogar. Lamento el estropicio que te ocasionaré, pero descuida papá, voy a cerrar con llave la puerta y he conseguido desinfectante y lejía para mojar por completo el suelo. También he puesto toallas en el borde de la puerta. Además te he dicho que estaré fuera de casa una semana entera y que bajo ningún concepto quiero que entres en la habitación mía, que si eso ocurre te iba a cortar el cuello con el cuchillo de cortar carne. Y aunque la despedida haya sido así de violenta sé que por tu inteligencia y tu gran sentido de la deducción sabrás que no iba de farol, además, para cuándo le pidas ayuda a Domingo para abrir la cerradura porque nunca has sido de pedir ayuda a un cerrajero, mi cuerpo ya estará bastante muerto y podrás verme como lo que soy: un amasijo de carne muerta fría y algo hinchada, siempre fui gordo de niño y terminaré uniéndome a Dios como un feto enamorado de la vida.

No estarás solo en esta nueva etapa de tu vida, con suerte podrás hacer las paces con mamá y notificarle la mala noticia. Pero eso no es lo importante de todo esto, sino que, vosotros dos, unidos por la desgracia viviréis una nueva vida, en la que me recordaréis con amor y nostalgia. Lamento las lágrimas que derramarás, pero sinceramente, no pienso soportar la desgracia de una vejez temprana.

He comprado una caja de tabaco especial para este desenlace final. Unos Latino Heritage, un tabaco híbrido entre el negro y el rubio. Una delicia, la verdad. Y mientras escribo esto, fumando gozoso y feliz, también bebo vino, así que supongo que podrás leer estas líneas. Creo, con total convicción, que leer esto te tranquilizará porque verás que en todo momento estuve en calma y disfruté mis últimos instantes con bastante dignidad. No creo que haya nada más salvador para tu mente que entender que me tenía que ir de esta forma. Ni siquiera te pido disculpas por todo esto, porque gracias al cielo existe el libre albedrío y la fascinante noción de la libertad humana en todas sus facetas. Y, aunque suene doloroso, me fui porque nunca estuviste a la altura de un hijo enfermo. No obstante, si me voy ahora no es por ti, ni por mamá, ni siquiera por la subnormal de M que, con sus patéticas neuronas, caviló una demanda judicial contra mí para desprestigiarme por el relato de Kramer; y ni siquiera porque los efectos judiciales de la guardia civil hayan sido graves. Quiero que entiendas que esa perra racista no tuvo nada que ver con este final, sino que en el fondo, muy profundo, todavía seguía enamorado de Albertito de la Mancha. Algo que la estúpida de E nunca entenderá. Porque yo lo sé, perra sucia, tú junto con B os dedicasteis a acosarlo y cuchichear sobre él. Humillarlo y burlarte de él. Pero descuida E, no te guardo rencor porque sé que, entre otras cosas, eres una niñata estúpida y no mereces mis últimas horas de vida. Así que te daré un consejo: cuida a tu puto perro y esmérate porque no le de una jodidísima miasis, jodida puta retrasada. Y pensar que nos queríamos en la adolescencia, que me suplicabas atención y que estabas derretida por mí, acariciándome con tu mirada, y tu deseo de ser adulta, y ahora con tu vida primaria y patética, tu novio de turno, y toda tu estupidez, tu sexualidad, en fin, que me das asco porque eres una perra mala y yo siempre fui un ciervo elegante y noble que nunca retrocedió ante todo el acoso y crueldad que recibía por parte de todos vosotros, perros arrogantes, sumisas de los gordos.

Bebo tres tragos, fumo una calada de cigarrillo. Veo el entorno hacerse polvo a mi al rededor, ¿me vengaré de todos ustedes u os perdonaré la vida sólo porque sé que la partida de ajedrez seguirá hasta que os mate la vejez? Voy a mear en una botella, porque en estos momentos ando demasiado ocupado escribiendo esto, putos parásitos arrogantes. Yo siempre he sido un emperador callado y silencioso. No sabéis cómo de grande es el espectro de mi odio y de mi maldad hacia vosotros. Si yo pudiera, os asesinaría a todos sin ningún tipo de pudor, porque para mí siempre habréis sido inferiores. Y no lo digo porque sea de otro país, sino porque nunca habéis llorado por la sensibilidad de una niña de instituto. En cambio, yo lloraba por cosas astrales y abstractas que nunca en vuestra miserable existencia podréis imaginar. Siempre he sido yo el auténtico escritor de toda esta puta y sucia isla. Y mientras que tenía esperanzas y amor hacia vosotros, siempre me disteis la espalda y me dedicasteis la peor de las miradas. No os odio, simplemente es que, de alguna manera, no sé cómo, me meo en vuestras abuelas muertas.